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I Como navaja sobre la piel desnuda se siente el viento hoy no vuelan los pájaros y hasta los perros se han callado en esta extraña ceremonia que nos ha dejado el corazón desierto no salgas a la calle el peligro invisible a ras del suelo en el aire en tu mano en tu boca en tu voz ¿Quién sabe? a quien creer cuando nos han mentido tanto enciérrate con tu corazón no tienes a quien tocar no puedes ¿será cierto?

INEDITOS

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XVI Partícula de barro hebra dorada de sol                    vibrante el círculo me encierra me ovillo buscando mi memoria en toda superficie. ruedan las piedras con chirrido incesante la más recóndita la más perdida la que estuvo antes que el primer estallido la que juntó mis partes infinitas la que me hizo. XXVIII Pájaros azules surcan el cielo de la noche solo ellos saben lo que son la noche iguala todos los colores ennegrece las sombras aligera el vuelo del cóndor invisible a la espera de la luz que detenga el vuelo el color el pájaro.

SIGO CON JODO

XLIV No hace ruido el batir de las alas de una mariposa su satírico vuelo transcurre en silencio en el espejo de la noche vibra su corazón con arabescos. Son sus alas un temblor de ceniza en las estrellas caracoleando en el vuelo del péndulo. Es su vuelo un escape taciturno como  el tren del olvido descansará al pie de la pirámide. XLV Cortinas de agua descienden esta noche anegando todas las fortalezas inmóvil en el reflejo de la luna se espera con el mismo fervor con que se espera en las iglesias. ¿Qué es esta irreverencia del agua y este temor que va creciendo? ¿Qué es este desear otra vez la tierra perfumada que vuelvan a volar los pájaros que sintamos otra vez la sed y la saciemos?

JODOROWSKY ME VOLVIO LOCA

JODOROWSKY ME VOLVIO LOCA I Objetos ausentes rinden   homenaje Al que ya no está Igual que ellos solo ocupa un espacio invisible En el ordenamiento de las cosas. Angulosa, burlona, la vida le hace muecas. La ausencia duele Como la flor despojada de su tallo. Y sufre. II Corre el velo de tu alterada faz Que caiga tu fortaleza inexpugnable Ya es medianoche Y el ruido de lanzas y puñales Presagian la tormenta El corazón lo sabe Espera que tu mano sea Lo suficientemente fuerte Y descorra el acerado velo. III Como perro frenético Cómplice del misterio Vas cayendo en oscuros precipicios Ignorando tu destino Vas por el mundo Agitando gastados pergaminos Que nadie puede descifrar Y guardan todos los secretos Mientras, el misterio. IV Jardinero de todos los pantanos Le ladras a la arena Persigues a las moscas en su eléctrico vuelo Y caes Caes en lo profundo Como payaso que no puede l

XVI

La distancia se come a mi amor lo derrite lo desdibuja era de niebla y lo hace de agua lo funde con la tierra lo sepulta y lo atrapa. Mi amor solo no se salva. Hace falta que tu amor como un imán lo atraiga. IX Me preocupa la noche que se extiende sobre nosotros como una sábana un manto cruel y oscuro que nos tapa nos hace declararnos lejos y nos condena a la distancia. Me preocupa la noche porque trae el olvido atado con un cordón de plata. Tú tomas una punta y de mí te separas. ¡Oh noche! si no fueras tan larga. Me preocupa la noche en que me faltas.

PREMONICIONES

I Intrépidos relámpagos color oro despiden azufrados olores Yo estoy a salvo aquí,  a la distancia y puedo disfrutar el espectáculo  Mi zona de confort me permite ignorar las razones más profundas del estremecimiento de la naturaleza. II Mis ojos abanican el horizonte ya nada es impredecible. Sé que al final del arco iris no habrá nada esperándome. Tan solo  la ilusión de haber creído alguna vez encontrar aquello que se pareciera a la esperanza. III Un perfume de invierno deambula por el aire olor a nieve, a barro, a árbol cargado de agua, a raíz durmiendo agazapada esperando su renacimiento. Olor a algo que se espera, a extrañar el sol abrasándonos, olor a nostalgia de días mejores. Solo que ya ha pasado demasiado tiempo con esta sensación helada en los huesos. Solo que a veces el sol nos parece tan mezquino y que nada alborota el fluir sonoro de la sangre encerrada en el perímetro del cuerpo. Nad

HOMENAJE

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Benditas sean las yemas de mis dedos maravilloso sensor de todo lo creado, lo bello, lo prohibido, lo fino lo áspero. Benditas sean porque me han permitido recorrer l as pestañas de mis hijas, su pelo, sus mejillas, las páginas de cuentos de su infancia. Han sabido guiarme tiernamente por el suave contorno  de las flores y sentir las heridas,  el dolor que provocan las espinas. Han apresado con seguridad la circunferencia de los lápices que encierran todos los misterios  y todos los colores. Benditas sean porque se han desgastado tipeando notas, cartas, documentos, por tantos años… y en horas libres han seguido creando centenares de versos,  de cuentos y de historias. Con el paso del tiempo se han desgastado. Aunque debo decir:  No es que el trabajo haya sido e xcesivamente duro. ¡Belleza enorme este sentido del tacto! Me ha permitido recorrer mi propia piel y ha secado mis ojos cuando el llanto. Hoy siento